jueves, 30 de junio de 2016

De trenes y ventanas

Ventanas, momentos, oportunidades... todo pasa cuando pasa, que no es en el mismo momento en que debería. Hay oportunidades que pasan al alcance de nuestra mano, y otras que pasan cuando nuestras manos están ocupadas... no todo tren para en toda estación. Hay estaciones que solo vemos a traves del cristal de la ventana de nuestdo vagón; hay trenes directos, trenes sin parada, trenes que ya están llenos... trenes en la dirección equivocada. Hay paradas que están ahí pero en las que uno decide no pararse, y otras en las que te bajas, sabiendo que con ello el tren en el que viajabas se irá sin ti. Hay paisajes, y mil modos de mirarlos. Hay quien se duerme en su asiento, quien lee un libro, quien observa a través de la ventana y quien analiza el panorama que le rodea, de aquellos que viajan con él en el mismo vagón... pero todo a la vez no se puede hacer; hay quien habla y quien escucha, quien disfruta de la compañía de aquellos con quienes se subió en el tren, y quien entabla conversación con la gente con la que se encuentra; hay quien mira sin involucrarse, y hay quien se deja tocar; hay quien se abre y quien se esconde, quien tiene prisa y quien simplemente piensa que le hubiese gustado dormir un poco más. Pongamos que hablo de los trenes... o de la propia realidad. Pongamos que son reflexiones de la vida... o que vivo sin pensar. Pongamos que esto escrito viene de mí... o de algo que leí en algún lugar. Y por ello viajo, y por ello brindo: porque no sé cuál será la meta, pero sé que disfruto del camino. De las paradas que cogí, y de las que perdí. De todos aquellos que han forjado las vías por las que circulo, y los que me acompañan o han acompañado en el camino... porque de todos ellos he aprendido. Aprendí aun sin querer, aprendí sin saber (y me apasiona aprender). Por eso, a todos aquellos, los que se queden o vayan de veras han enriquecido mi vida... GRACIAS.

sábado, 11 de junio de 2016

Feliz... pero sobretodo VIVA

Hace mucho que no escribo. Ha sido una epoca de muchas cambios. La verdad es que soy feliz, pero si quisiera responder más finamente a la preguna de "cómo estoy" o cómo me siento tendría que decir que... VIVA. Viva con todas las letras. Me siento viva, viva cuando disfruto de estar tirada con mis compañeros, cuando estoy nerviosa, cuando tengo miedo ante nuevas situaciones, cuando siento la responsabilidad que crece, cuando logro algo y me siento realizada o cuando no lo consigo y me siento frustrada. Mi vida es sencilla pero rica, muy rica, y cada vez más.
Me siento viva cuando conozco gente nueva y ellos me conocen. Cada persona que estoy conociendo, tan diferentes unas de otras, aporta un punto extra de riqueza a mi vida. Aparte, cada una de ellas me hace descubrir nuevas facetas de mí que ni yo conocía.
Me sienta viva cada vez que salgo de mi "zona de confort" (que aquí es muy a menudo) y me expongo a algo nuevo.
Me siento viva cuando no paro y voy de una cosa a otra, y cuando disfruto de no hacer nada, de "perder el tiempo" y ver la vida pasar; cuando me siento identificada con la gente que me rodea, y también cuando me veo totalmente diferente.
En definitiva... disfruta de las paradojas de la vida, y una cosa tengo clara: me niego a pactar con la mediocridad a cambio de seguridad, o a "acomodarme"... 

Poco a poco voy descubriendo que para estar vivo hay que no dejar de preguntarse y dejarse sorprender; ser humilde, disfrutar de cada segundo, abrir los ojos, tender la mano a otros, estar en ocasiones solo; no dar nada por hecho, dar a cada cosa su importancia, tener mucho sentido del humor... y asumir que eres muy pequeño en un universo inmenso; hay que contemplar la grandeza de la vida y aceptar el vértigo que viene al tomar conciencia de que no me pertenece, que gira y cambia, que las cosas que más valoro son regalos que me han sido dados, y que puedo agradecerlos... pero no tratar de retenerlos. Que la vida es como es y tu eres como eres, que en ocasiones tendrás que ser flexible y en otras mantenerte firme; que tal y como las cosas vienen bien pueden cambiar para mal y viceversa... pero que la vida siempre conservará su grandeza si te atreves a aceptarla como es, a mirarla cara a cara y a vivirla aun cuando no sabes a dónde te puede llevar.
Sí... podrían matarme, incluso... pero mientras siga respirando me niego a no estar viva.