miércoles, 20 de abril de 2016

Pequeña

A veces me canso. A veces me siento pequeña en un mundo muy grande... pequeña luchando contra montañas... o al menos tratando de subirlas. Duelen las manos, los pies, se cansan los brazos... como en un ascenso cualquiera de escalada.. pero sin cuerda. No sé. No entiendo. No veo.

No quiero decir nada (y aún así escribo...) Estoy en tablas. Sí, soy pequeña. Sí, no llego; sí, no sé... Tampoco es que yo haya elegido lo que me toca vivir. No siempre jugaré mis cartas del todo bien... pero es que tampoco hay opción de pausar la partida.

Sí, hace mucho que no escribo. Pretendía hacerlo ahora, pero... mejor no. No quiero decir nada. Quiero vivir.. vivir sin más. No tengo palabras. Me gusta mi vida, aunque me quede grande. No tengo nada que decir sobre ella ahora mismo, no puedo aportar nada al respecto. Me descalzo ante ella, que es más grande que yo... En gimnasia rítmica te descalifican si tu ejercicio es de un nivel diferente al que compites, alto o bajo... aquí no. Mi vida es un nivel por encima de lo que yo soy capaz, ¡pero aquí estoy! Asombrada, afortunada, desconcertada. ¿Cómo haré, pues, para vivirla? No lo sé... pero no importa. He ahí la paradoja... la vida sale. La vida se abre camino. La vida encuentra soluciones. Eso sí, no la vida pensada, la vida.... vivida.

¿La clave? Seguir, no rendirse, confiar, creer, caminar, parar, mirar, disfrutar, compartir, acoger, amar, perdonar, frustrarse, preguntarse y preguntar, aprender, reír, llorar, equivocarse... SER.

Sigo pensando que soy muy afortunada. Aunque a veces me desespere, con la vida y conmigo misma.

Me pregunto cuánta gente no entenderá muchas cosas de mi vida...
¡Bienvenidos sean! A esos les confieso... que yo tampoco. ;)





No hay comentarios:

Publicar un comentario