"La verdad, por mucho que me remonte en el tiempo siempre te recuerdo estudiando..."
Frases así son muy frecuentes, y en parte tienen razón.
La gente con la que iba a la biblioteca cuando empecé la carrera ahora trabajan, tienen hijos,
están casados... y yo sigo en la misma biblioteca.
están casados... y yo sigo en la misma biblioteca.
Ha llovido mucho durante estos años, pero algo sigue siendo igual: siempre hay gente diciéndote que cuánto estudias, y que si merece la pena.
Aquí dejo una explicación a tanto estudio, que escribí hace más de 2 años...
Y por cierto, no todo en medicina es estudio. Y no, no siempre estoy segura de si merece la pena, pero si de algo estoy segura es de esto: voy a seguir luchando por ello.
Escrito en el puente de diciembre de 2012:
Me preguntaba ayer una chica en una
sesión de biblioteca (de esos maratones de 9 de la mañana a 8 de la tarde…) que
si compensaba tanto estudio. La verdad, aunque en ese momento le solté un
bonito “speech” ahora, a la vez que está siendo el bautizo del primer hijo de
unos amigos, vuelvo a hacerme la misma pregunta: ¿de verdad merece la pena? Cada vez que vas a una
biblioteca te encuentras con gente de medicina: gente que conoces (curso
arriba, curso abajo..), CTOs abiertos por las mesas, atlas de anatomía,
tratados de farmacología, MIReños… Saludas a unas personas, te saludan otros,
cruzáis conversaciones… “Qué tal” “Pues ya ves... cansada, pero bueno” – te
dice una amiga cuando la saludas. “pues ya ves, preferiría estar en otro
sitio…” “bueno, con el planazo que tenemos” – contestas.. “¡Ya ves!” – te
sonríen… “¡Menudo planazo de puente, no pasamos por casa!” Y así, entre risas y
libros, va pasando el tiempo.
La verdad, hay muchas razones
para dedicarle tanto tiempo al estudio en Medicina. La primera y más obvia, que
como recortes mucho de este tiempo (ahora
que los recortes están tan de moda, y ya no hay ni calefacción en las consultas, dato totalmente verídico, por cierto...)
para empezar no apruebas. Otra, es que quieres saber. Quieres formarte. Quieres
llegar a ser médico. Y no un médico cualquiera… aunque tampoco el mejor médico.
Cuando pienso en qué tipo de médico quiero ser, es éste, y por esto estudio: la mejor
médico que yo pueda ser.
Ese es mi objetivo actual. Curar,
cuidar, estar. Atender a las personas, allá donde necesiten un médico. Para eso
me formo. Para eso me levanto cada mañana.
¿Habrá merecido la pena? El tiempo lo dirá. Yo por ahora..sigo estudiando.
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