miércoles, 2 de diciembre de 2015

Sobre ganar batallas perdidas

Todos tenemos nuestras guerras personales, con sus particulares batallas... que se pierden y se ganan. El miedo viene cuando siempre se pierde, una y otra vez: miedo a las batallas, dolor por la caída, pereza de tener que volver a levantarte... y llega un momento en el que te rindes y dejas de luchar.
¿Imposible? No, difícil... pero no tiene porqué ser así siempre. Hoy he descubierto que esas batallas también se pueden ganar: de verdad que supone una sorpresa, despues de tantos esfuerzos que quedaron en nada. Y es que a veces el secreto está...en no esforzarse tanto. En aceptar los propios limites. En un cambio de perspectiva. En aceptarse pequeño. Sera una pequeña batalla, pero de la sorpresa de haberla ganado nace en una curiosa esperanza... ¿y si la siguiente la volviera a ganar? :P
He empezado a perder el miedo a mis propias batallas, a aceptar con humildad las caídas... que si lucho es porque estoy viva (nunca se me dio bien eso de conformarme..) Que a torpe pocos me ganan... pero siempre antes de desesperar he encontrado a alguien o algo que me ha hecho seguir caminando. Así que sí: pequeña y torpe, en camino, aprendiz de médico y de vida... pero también agradecida. :)

3 comentarios:

  1. Pequeña... pero siempre con fuerza para ascender a la cima (mola el dibujito del post-it)
    Aceptar las limitaciones es la parte fundamental para abordar un problema... o un lo que sea... jaja =)
    ÁNIMO con ello!

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  2. Me ha encantado la entrada. Sobre todo lo de aceptar los propios limites, algo que a veces olvidamos y que es un paso más hacia la aceptación de uno mismo.
    Por lo demás animo!!!!

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